Nada…parte del día fue arriba del avión de regreso. No mucho más para contar. Comida buena, muy bien Delta y su servicio.
Llegué a casa, me saqué la foto de “llegué sano y salvo”, desempaqué algunas de las cosas de la valija, hice el loundry de lo más importante, chocolates en lugar fresco (fresco, ponele) y a dormir un buen rato más que mi cuerpo me lo seguía necesitando.
Mamá llegó a la tarde de trabajar, charlamos lo que mi cerebro detonado por el viaje más el jetlag me permitió y a la tarde/noche cena con mi otra familia.
Día corto pero intenso.
17/01/2016