Me llaman a las 07:30am diciéndome que el shuttle llegará en 30 minutos. Me lavo los dientes, la cara, termino de guardar todo en la mochila y emprendo mi salida al lobby. En la la sala de espera alguien me saluda con un “hola” muy lindo. Me doy vuelta y veo una mujer muy ondera sentada en uno de los sillones. Es la primera palabra que escucho en “argentino” después 21 días de viaje. Nos ponemos a charlar todo el trayecto hasta el aeropuerto…nos separamos al momento de emprender, lo que yo denomino “menemismo europeo”, ergo, ir a comprar forradas al freeshop. Compro algunos chocolates, veo precios, sigo comprando chocolates y así hasta que decido ir al Gate 509. Subo al avión, veo que me toca el asiento 11E el cual me permite tener los pies estirados. Casi que me largo a llorar de la felicidad. Al rato…al lado mío se sienta ella, Paula, la chica que conocí en el lobby del hotel. Seguimos charlando TODO el vuelo desde IST a BRU y desde BRU a EZE. Hablamos de TODO. La verdad es el viaje, se me pasó volado :P

Ella durmió un par de veces, yo en cambio decidí no hacerlo para poder morirme cuando llegue a casa. Aterrizamos sin problema en EZE, hicimos migraciones también sin drama y nos separamos definitivamente cuando cada uno se fue a seguir menemiando. Le pasé el blog y le dije que en el about estaban mis datos, que cuando quisiese ir a tomar una cerveza, me mande un mensaje. Abrazo de por medio nos despedimos.

Pasé por AFIP, toqué el botón, salió rojo, pasé mis valijas (que por suerte llegaron bien desde India) y la verdad que haberlas pasado, como no, era lo mismo.

Afuera me esperaban Joan, Claudia y ese hermoso frío de Buenos Aires. NADA que haya extrañado más en este tiempo que no sea esta ridícula y sensual temperatura.

Primer abrazo de gente que amo, hermosa esa sensación. Charlamos un rato sobre el viaje, sobre lo flaco que estoy, sobre algunas cosas de Argentina y sobre muchas de India.

Me dejaron en casa, sano y salvo y nos despedimos prometiéndonos que nos íbamos a juntar a comer la semana que viene. Entré a casa y ahí estaba mamá esperándome. Abrazo fuerte fuerte. Charlamos un rato laaaaaaaargo largo. Me bañé y me fui a dormir pensando que había “vencido” al jetlag. A las 06:00am estaba como dos de oro mirando el techo y pensando “no, no lo vencí nada” “tengo que actualizar todos los días que me faltan y del blog” y “que flash, ya estoy en casa nuevamente. Todo este gran viaje se terminó.”

Hermosos pensamientos mientras trato de no morirme del ACV por el cansancio que tengo, pero al mismo tiempo, teniendo una gran paz mental y corporal por la alegría infinita que me genera el hecho de haber marcado un gran check de mi vida.

Cierro los ojos y me dispongo a tratar de dormir un rato más con esa sensación hermosa que me inunda el cuerpo de felicidad absoluta.

FIN.

17/05/2017

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