
El viernes fue un día especial por un montón de motivos. Mi suegra nunca vio las fotos de su casamiento. Cuando se casó (1961) le enviaron las fotos impresas en formato muestra para que elija cuales quería imprimir en tamaño grande. Al regreso de la luna de miel, el papá de Ariel perdió el trabajo porque la fábrica donde trabajaba cerró. Prefirieron guardar los ahorros y mandar a imprimir las foto en otro momento, o mejor dicho, para cuando estuviesen mejor económicamente. Cuando eso finalmente sucedió, el estudio fotográfico había cerrado. Pasaron los años y finalmente, después de 62 años, 3 meses, 3 semanas y 3 días Piru pudo ver sus fotos de casamiento.


Fue un momento muy emotivo, tanto para ellos como para nosotros. Las fotos no le hacen justicia al momento hermoso que pasamos. Que suerte que me pude esconder detrás de la cámara. Estábamos todos deshidratados de la emoción.



Claramente nos contó todo lo que había en las fotos. En color de los vestidos, los sombreros, que habían comido, bebido, quienes estaban en las fotos y quienes no estaban más también. Nos quedamos charlando un montón y rememorandolo todo.

En cuanto al proceso de digitalización. OHH BOY! El amorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr que le puse a todo este proceso no tiene nombre. Fue un laburo de casi un año. Scannear, editar, corregir y restaurar foto por foto (más de 200). Muchísimas estaban en muy mal estado. Tuve que inventar partes de las mismas porque ese pobre álbum no estaba en la mejor de las condiciones. Nada/nadie sobrevive 63 años sin que le pase nada.

Despegué foto por foto cuidadosamente para evitar que no se rompan. Scanneé todas las fotos con buena calidad para que al momento de mandarlas a imprimir no sea todo un gran pixel en blanco y negro. JacintaIII (mi macbook pro) hizo un trabajo increíble en no morirse y eso que viene pidiendo eutanasia hace rato.



El proceso de restauración fue divertido pero cuando pasé la foto 100, todo se hizo cuesta arriba. De hecho, tuve que suspender por un par de meses todo el proyecto porque fue agotador y si bien, estoy muy pero muy contento con como quedó, no dejó de ser un proceso arduo y meticuloso. Me encanta la restauración, que muerte la restauración.




El antes y el después

En fin…que lindo hacer cosas para gente que uno quiere. <3
26/01/2024