Domingo de los de siempre, familia durante la tarde pero a excepción que durante el día me llamó Esteban para preguntarme si quería comer un asado e imposible rechazar semejante propuesta, más aún sin haber comido uno desde que llegué.
Tuvimos un pequeño inconveniente con la parrilla, uno de los eslabones de las cadenas que la sostiene se rompió y tuvimos que arreglarla ya con el fuego prendido y la carne a mitad hacer. Este ser humano homosexual recurrió a su lado más chongueril (?) y solucionó el inconveniente, obvio que con colaboración de Esteban y Di. La noche siguió como si nada hubiese pasado.
Siempre es lindo verlos…me refiero a los perros de Di :P
05/02/2016