Hoy a las 13:30 lo operaron a Néstor y recién a las 18:00 lo podía pasar a buscar. Estuve ansioso toda la tarde. Cuando llegué a la veterinaria tuve que contener llanto. Me dicen “vení, pasa que está acá”, me agacho para verlo, le digo “hola bebe” me mira y tira un “miauuuuuuuuuuu” prolongado. Me partió en 123098109 pedazos. Lo escribo y se me afloja todo nuevamente. Ya perdí toda tipo de esperanza en los seres humanos pero en los perros y los gatos es en lo único que jamás perderé. Son lo mejor que hay en el mundo mundial. Imposible no amarlos. Imposible.

Estuvo todo el resto de la tarde tirado hasta que se le pasó el efecto de la anestesia, comió algo, tomo algo de agua y siguió durmiendo. Me dieron la cabeza del fémur para mostrarme que fue lo que le habían sacado y para contarme que la operación había salido todo bien.

Los pasos a seguir ahora son: que no se suba a lugares altos, que no se arranque los puntos, que no se arranque el cateter que todavía tiene puesto (lo que tengo que llevar a revisar mañana, si está todo OK, se lo sacan) y, por sobre todo, que no se chupe la herida. Es un mito que cuando se chupan las heridas se las curan así que, para que todo eso no suceda, sí o sí precisa un collar isabelino. El temita es que Néstor es tan bebe que todos los que tenían le quedaban grandes así que nos las tuvimos que ingeniar haciendo algo en casa con una radiografía. En youtube hay algunos videos y bueno, acá está el resultado final. Otra vez más, gracias colegio técnico por tanto.

No le gustó NADA al principio, se lo quería sacar a todas costa pero nada que un poco de queso crema no pueda solucionar. Se quedó un rato sentado mirándome con cara de “¿Por qué me haces esto gordo de mierda?” pero después se le pasó. Espero que se recupere rápido. 🐈♥️