
Aunque usted no lo crea, me levanté temprano cosa que no me gusta hacer nunca. Nada que odie más que madrugar. Desayuné con toda la familia y después me fui a dormir TODA la tarde, cosa que disfruté profundamente. Entre que me fui a acostar tarde y no dormí en toda la noche, lo necesitaba. Necesitaba que se me apague el cerebro.


A la noche, mi vieja se puso (como siempre) la parrilla al hombro e hizo un asado tremendo. Espectacular.


Y acá podemos ver como Ariel muta, lentamente, en asesino serial después de escuchar tantas boludeces juntas :))

03/04/2021