Ariel trajo a mamá de sorpresa a casa. GRAN sorpresa. Me estuvieron diciendo (mintiendo, en realidad) por 3 días que hoy venía la prima de él porque se había comprado una computadora nueva y le iba a instalar todo el soft nuevo. Cuando llegó a casa me dice “fijate que te traje algo, está afuera” y ahí estaba ella, toda tentada. jajajajaj Hermoso todo.

Con ella vinieron 3  bellos frascos, uno más gande que el otro. El primer contiene chorizos a la pomarola, el segundo un dulce casero de pomelo que está esssssssssspectacular y el tercero, unas berenjenas con orégano, ajo y laurel. Soy muy feliz en este momento.

Charlamos un rato, me contó cosas de ella, yo le conté cosas mías. Las charlas típicas de madre e hijos. Al rato se puso a tejer al crochet y no tuvo la mejor idea que tirarle a los gatos el ovillo de lana y ahí es donde se tiene vienen todas las imágenes de los dibujos animados donde el gato enloquece con la lana. No les puedo explicar la satisfacción de estos dos gatos jugando. Se descontroló todo.

Jugaron un buen rato y como todo gato bebe, comieron, tomaron agua y se fueron a dormir nuevamente. Nosotros picamos una morcilla con un pan tipo pretzel y cenamos los chorizos a la pomarola con puré de papa y perejil. Panza llena, corazón contento. Hoy más contento aún <3 <3