
Compré la cacerola para hacer pochoclos. Que cosa del bien. Los gatos, curiosos como siempre, decidieron investigar y ver si les gustaba. Astor lo olió, se dio media vuelta y se fue. Néstor, gordo por naturaleza, se lo comió. Claro está que no le dimos más pero me sorprende profundamente lo glotón que es este gato.

04/08/2021