Hace ya dos años encontramos a Lina en la calle, un día de lluvia. Técnicamente la encontró Ariel cuando salió a la calle a comprar algo que Nico se olvidó de comprar. Ese “error” generó que se la cruce y la entre. La publicamos en varios lugares y nadie apareció y bueno…donde comen (en esos entonces 3) comen 4 (ahora 3 nuevamente). No lo sé a ciencia cierta pero tiendo a pensar que todo gato que conoció la calle y sabe de que se trata tiende a querer volver, al menos para curiosear  y después regresara donde está el alimento balanceado y el agua fresca. Astor y Néstor, que nacieron en una casa, jamás tuvieron esa curiosidad y eso que la ven irse todo el tiempo. Ya pusieron todo red/dispositivo habido y por haber para evitar que se vaya y jamás logramos evitarlo. Siempre encuentra una nueva (y más astuta) manera de irse.

Tardé mucho tiempo en hacer el trabajo de relajarme y dejar que salga porque cada día lo hace con mayor frecuencia. Al principio, para cazar la coneja que tenía el vecino (sí, vivo en CABA) y ahora, solo para ir a chusmear (o matarse) con la vecinas gatunas. Esta semana tendré que comprarle el collar con su respectivo nombre y teléfono. No va a quedar otra.

A la tarde/noche regresó Ariel de la casa de su mamá, cenamos pizzas caseras (hasta la masa hizo) y empezamos a ver La Sociedad de la Nieve y no nos dio mucho más la nafta para seguirla.

Mañana nos toca cumpleaños de mamá <3

06/01/2024

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