Finalmente hubo encuentro. Germán hacía varias semanas me había comentado que tenía una cámara Kodak que necesitaba un adaptador impreso en 3D para funcionar. Sabiendo que tengo impresora, me pidió si le podía hacer uno. Después de varias semanas de idas y vueltas, nos reunimos hoy. Es la primera vez, en muchísimos años que nos conocemos, que finalmente nos sentamos a charlar. Casi tres horas duró la tertulia. Cuando me estaba por ir, me pregunta cuál era el costo de la impresión. Le dije que “nada” y me contestó con un “como sabía que me ibas a decir eso, tomá” y me entregó este bellísimo pack de Polaroid Round. Un genio absoluto.

Muchísimas gracias por todo, Ger. La pasé genial :))