Viaje sorpresa a mi querida Tucumán, o como todos debemos llamarla una vez que la visitamos: Micumán. El vuelo estuvo bastante lindo. Cero turbulencia y el aterrizaje fue suave. Nada más lindo que este estilo de vuelo.

Después de un breve interludio por el centro, terminé en la casa de mi prima. Mi tía Lina no sabía nada que iba a viajar. Terminamos abrazados y llorando. Mi tía siempre ofició más de abuela que de tía. Es de las personas que más quiero y que más me gusta ver cada vez que viajo a San Miguel. Como siempre, nos quedamos charlando hasta cualquier hora de la vida, la muerte y las pavadas que pasan en el medio.

Retratos de mi primos también!! Para que no se pongan celosos. En orden de aparición: Belén, Nicolas, Santiago y Ludmila. Perdón Benja, prometo que tengo una foto tuya que sale en el otro post :)))